José Meza, te defiende

Estimados vecinos y vecinas,

Este mes lo termino con el corazón lleno. Estamos a días de recibir a nuestro tercer hijo y no puedo explicar la mezcla de emociones que siento: alegría, ansiedad, ternura y una enorme gratitud por la familia que estamos construyendo con Monserrat. Ya son dos hijos maravillosos y ahora se suma uno más al equipo. No hay nada que me inspire más que ellos para seguir trabajando por un Chile mejor.

Eso sí, la vida tiene su humor especial, me accidenté jugando fútbol y terminé con un esguince en el pie. Ando con muletas, algo más lento que de costumbre, pero igual de firme en mis convicciones.

Y hablando de caminar lento… Así parece avanzar nuestro Estado cuando se trata de hacer las cosas bien. Este mes, fuimos testigos de algo indignante: se rechazó la ley Antipituto, esa que buscaba terminar con los cargos públicos asignados a dedo, solo por tener el apellido correcto o ser amigo del político de turno. Lo más frustrante no fue solo ver al oficialismo votando en contra, sino también a varios parlamentarios de derecha que prefirieron proteger el sistema de favores en vez de dar una señal clara de transparencia.

Mientras los chilenos nos piden seguridad, orden y mejores servicios públicos, algunos siguen preocupados de mantener a su primo, su pareja o su compadre bien contratados. Total, la plata no es de ellos, es de todos. Y eso no puede seguir así. ¿Cómo vamos a pedirle esfuerzo a los jóvenes si saben que el mérito no sirve de nada frente al pituto?

Yo me niego a normalizar esto. No vamos a dejar de insistir. Porque no se trata de una pelea política, sino de algo básico: que el Estado nos sirva a todos, no solo a los privilegiados de siempre. Aunque rechacen nuestros proyectos una y otra vez, aunque inventen excusas o se escondan detrás de discursos grandilocuentes, vamos a seguir empujando hasta que el pituto deje de ser una regla y vuelva a ser solo una palabra chistosa del diccionario.

Gracias, como siempre, por el cariño y la confianza. Este 2025 lo comenzamos con fuerza, con familia, con dolor de pie… pero con las ideas más claras que nunca. Chile merece mucho más.

Un abrazo cariñoso,

Un abrazo

José Carlos Meza