¿Quién cuida los recursos públicos?
Estimados vecinos y vecinas,
Durante demasiado tiempo nos han dicho que debemos acostumbrarnos a vivir con miedo. Que es normal que el narcotráfico tome nuestras calles. Que la corrupción es parte del sistema. Que la mediocridad del Estado es inevitable. Pero no. Chile no está condenado al fracaso. Lo que falta no son recursos. Lo que falta es voluntad, decisión y liderazgo.
Por eso quiero compartir con ustedes un mensaje que resonó con fuerza en el último encuentro de candidatos del sector… el de José Antonio Kast. Sin ambigüedades ni frases para la galería, Kast dijo lo que nadie más se atreve a decir… Chile necesita un cambio profundo y urgente.
No más maquillaje. No más paños fríos. Chile no puede seguir administrando el caos. O lo enfrentamos con coraje, o nos convertimos en uno de los peores países de América Latina. ¿Exagerado? Basta ver lo que ocurre en Renca, Cerro Navia, Lo Prado, La Pintana, San Ramón, Tirúa, en las cárceles y en la frontera. Basta mirar cómo el crimen organizado ha echado raíces en barrios enteros y cómo cada día que el Estado no actúa, ellos avanzan. Hace apenas unos días, sufrí una encerrona a pocas cuadras de mi hogar.
No lo menciono por mí, sino porque es una muestra más de lo que viven miles de chilenos todos los días.
La violencia se ha normalizado al punto que ya nadie está a salvo… ni los vecinos comunes ni quienes tenemos responsabilidades públicas. Chile está con miedo. Miedo real. Miedo de madres que no pueden dormir. De familias que han perdido hijos a manos de narcos. De carabineros y fiscales sobrepasados por bandas que operan con más poder que el propio Estado. Aquí no hay “violencia rural”. Hay terrorismo. Y es hora de decirlo con todas sus letras. No necesitamos más eufemismos. Necesitamos justicia. Y esa justicia no se consigue con frases de amor para los delincuentes. A los narcos y a los asesinos no se les enfrenta con empatía. Se les combate con fuerza. Con convicción. Con la ley en la mano.
Pero esta lucha no es solo contra el crimen. Es también contra la corrupción. Contra el Estado ineficiente, la burocracia absurda y el desfile de operadores políticos que hacen todo más lento. Mientras a cualquier ciudadano le piden una montaña de papeles para hacer un simple trámite, los delincuentes operan desde la cárcel con un teléfono y una red de contactos. Esa es la desigualdad que más duele. Esa es la rabia que recorre las calles.
Hoy la pregunta es clara: ¿Seguimos maquillando este desastre o nos atrevemos a cambiar? Kast nos dio la respuesta. No solo con palabras. También con hechos. Se comprometió a apoyar a cualquier candidato del sector que enfrente al actual gobierno en segunda vuelta, incluso si no es él. Porque esto no se trata de egos. Se trata de convicciones. Y la convicción más profunda es esta…
Chile no necesita más administración.
Chile necesita liderazgo.
Un liderazgo que enfrente el miedo sin temblores.
Que saque la corrupción del Estado.
Y que desate de una vez por todas el verdadero potencial de nuestro país.
Un abrazo
José Carlos Meza
