
José Meza, te defiende
Estimados vecinos y vecinas,
¿Cuántas veces has ido al hospital y no te atienden? Mientras tanto, otros viajan con licencias falsas. Hay cosas que duelen. Que uno ya casi acepta como parte de la vida, pero que no deberían ser normales.
Eso es lo que viven miles de chilenos todos los días. Y mientras tanto, ¿saben lo que se descubrió esta semana?
Más de 25 mil funcionarios públicos salieron del país mientras estaban con licencia médica.
Sí, leyó bien. Personas que, en teoría, estaban enfermas… pero que se tomaron vacaciones pagadas con dinero de todos.
Y eso no es todo: médicos que emiten licencias sin justificación, empleados públicos que cobran sin trabajar, turnos que se pierden, pacientes que siguen esperando.
Mientras usted hace fila en el consultorio o en el hospital, otros se ríen del sistema. Mientras usted junta papeles para que no le rechacen la licencia, ellos reciben el pago completo, mes a mes, sin fallar.
Esto no es solo un error. Es una estafa al Estado.
Y lo más grave es que nadie se hace responsable. Algunos de estos “funcionarios” tienen vínculos con el gobierno. Otros son asesores, amigos del poder, ex autoridades. Y cuando los descubren, no los castigan: renuncian, se excusan, y siguen adelante como si nada.
¿Dónde está el gobierno? ¿Dónde está la fiscalización?
¿Quién responde por las horas perdidas, por las vidas en espera?
Lo que estamos viendo es un sistema que castiga al que cumple y premia al que se aprovecha. Un Estado que dejó de funcionar para la gente y que hoy parece diseñado para proteger a los mismos de siempre.
Desde el Congreso, no vamos a dejar pasar este escándalo. Vamos a exigir responsabilidades, fiscalización real, y reformas profundas para terminar con este abuso.
Porque una licencia médica es un derecho.
Pero usarla para robar es un crimen.
Y lo más indignante es que los nombres que van apareciendo no son anónimos. ¿Sabía usted que una exjefa de gabinete del ministro de Desarrollo Social, una persona de total confianza del gobierno, pidió licencia médica y se fue a Europa? ¿O que una asesora directa del exsubsecretario Ahumada salió del país mientras estaba con licencia? ¿O que una seremi pidió licencia por “problemas lumbares” y al mismo tiempo organizaba actividades en el extranjero?
Esto ya no es un error administrativo. Es una red. Es un sistema que permite que los mismos de siempre se beneficien mientras la mayoría cumple, espera y se esfuerza.
Y no es casualidad que muchos de estos casos estén vinculados al oficialismo. Porque cuando la política se convierte en protección de los tuyos a cualquier costo, cuando el mérito se reemplaza por el pituto, pasan estas cosas. La señal que da el gobierno es clara: si tienes contactos, no hay consecuencias.
Pero no nos vamos a quedar callados. Porque mientras los hospitales están colapsados, mientras los turnos faltan, mientras usted espera y reza para que el Compín no le rechace la licencia, otros se pasean por el mundo con todo pagado.
Eso se tiene que terminar. Y vamos a dar la pelea.
Un abrazo
José Carlos Meza
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