Kast y el desafío de gobernar con madurez

Más allá de lo electoral, lo relevante es que el Partido Republicano ha construido una base que hoy le permite proyectar un eventual gobierno sin improvisaciones.

En ocho años José Antonio Kast pasó de ser una figura disruptiva a liderar una de las candidaturas a la Moneda más sólidas en el espectro político. A diferencia de sus campañas anteriores, el énfasis no está puesto en la novedad del candidato, sino en la consolidación de un proyecto político con equipos, ideas y visión de Estado. Las encuestas, hoy favorables, no son su principal motor, son solo una foto del momento y por lo mismo, la estrategia ha sido avanzar con constancia, sin estridencias, y con una planificación que se ha venido afinando desde hace años.

Entre la aventura del 2017 y la candidatura que rozó la Moneda en el año 2021, han pasado ocho años claves para Kast y el Partido Republicano. El liderazgo se ha reposado, el partido ha madurado, y los equipos técnicos han adquirido experiencia. Pero más allá de lo electoral, lo relevante es que el Partido Republicano ha construido una base que hoy le permite proyectar un eventual gobierno sin improvisaciones.

A diferencia de otros sectores, donde la política gira entre liderazgos personales o pactos tácticos, en el mundo republicano hay un solo sentido, que es el de la continuidad y pertenencia, que se ha cultivado durante casi dos décadas.

Existe un grupo de personas que, en estas dos décadas, han (hemos) ido creciendo al alero de los proyectos creados en el entorno de Kast, como podría ser Calcuta allá por 2005, Influyamos en 2015, o el propio Acción Republicana en 2018. Este grupo humano, cohesionado y con sentido generacional, que dio la lucha contra la izquierda en las universidades, hoy está listo y preparado para dar esa misma lucha, contra esa misma izquierda, ahora en el Poder Legislativo y Ejecutivo.

Es este “corazón gremialista”, forjado en las disputas político universitarias de 2006, 2011, 2013 y 2018, el que será finalmente el corazón del gobierno Republicano, si los chilenos nos entregan su confianza.

Esa es una de las principales fortalezas de José Antonio Kast, no solo representa una figura con ideas claras, sino un proyecto político que ha formado equipos, ha resistido crisis y ha sabido articular una narrativa de un proceso a largo plazo. Desde esa base nos estamos preparando para enfrentar no solo la campaña presidencial que está a la vuelta de la esquina, sino que también la posibilidad concreta de gobernar.

Esto cobra más relevancia aun cuando se observa que el escenario político actual es deprimente. El oficialismo completamente debilitado por divisiones internas y candidaturas fallidas que se desarman en menos de 48 horas, que no logran articular una propuesta sólida. Por otra parte, la derecha tradicional, apuesta por liderazgos que no representan ese quiebre necesario con el pasado, ni menos un proyecto renovador. En ese contexto la candidatura del Partido Republicano aparece como la única candidatura que combina la experiencia electoral y la estructura con coherencia ideológica.

Por esta misma razón en el entorno de Kast no se habla de solo ganar una elección, sino de estar preparado para gobernar desde el primer día. Y esa preparación no es una maqueta, se refleja en el trabajo programático que ya está en marcha y que todas las semanas da que hablar mediáticamente. Con la articulación de propuestas sobre la seguridad, la natalidad, el empleo y la reforma del Estado.

Kast está más maduro, y el partido también y sus equipos técnicos no sólo están conformados, sino que han sido parte del proceso desde el minuto 1. Esa continuidad y ese arraigo gremialista son lo que hoy nos permiten hablar de una candidatura republicana, algo que en muchos sectores se intenta simular con marketing, pero que aquí se ha construido con años de trabajo silencioso.

Más que una candidatura, lo que encabeza José Antonio Kast es una declaración de intenciones. No solo es una alternativa al gobierno actual o a la derecha tradicional, es un proyecto político que ha resistido la mayor prueba que la vida puede dar… que es el tiempo, y que hoy se prepara con calma, a paso firme para lograr su mayor desafío, liderar a Chile con orden, carácter y visión de futuro.

Postear
RT
Enviar
Otras Columnas
Te puede interesar